viernes, 2 de julio de 2010

Paris oh lala..

Abro los ojos, son las 8 de la mañana, me levanto, me ducho, desayuno.. la casa, comprar, paseo.., todos los dias la misma rutina.
Lentamente me he ido consumiendo como un cigarro sin dar ninguna calada.
La pasión que siempre fue en mi interior ha dejado paso al mal estar, a la incomodidad, al hecho de no querer salir ni de casa porque no me apetece ver a nadie.

Paseando por la calle principal encuentro una oferta interesante, viaje a Paris un fin de semana con paseo en barco por el sena..
Entro y me dicen que por ir solo tengo que pagar un suplemento.. en fin, todo sea por salir de este puto pueblo y dejar atras mis malos pensamientos.

Al llegar a casa preparo la maleta con poca cosa porque en teoría es un fin de semana y quiero ver Paris a ver si realmente es la cuidad del amor como se suele decir.
Por fin llega el viernes, le digo a uno de los amigos que me acerque al aeropuerto, en el viaje el me dice algo que quedará grabado en mi, -este es tu finde cambia tu vida-.
Al llegar al aeropuerto un gran revuelo, un autocar entero de gente viaja al mismo sitio donde yo, me arrimo a ver si hay algun famoso, pero no.. entre todas las personas habia alguién, una mujer que solo con su sonrisa iluminaba todo. Absorto me quedo mirandola y en un segundo ella me mira, yo anonadado me quedo como un tomate sin saber que decirla y ella se acerca a mi.



No se que me ocurría en ese momento mis piernas flojeaban y encima sentía como sus pasos eran firmes, segura de si misma.
-hola, ¿vas tambien a París?- dijo ella,
Su voz fue por fin el golpe que necesitaba, relajante, y alegre.
-Me llamo Marta, y a todos nosotros nos ha tocado un viaje en un sorteo.-
Mi corazon latía a ritmo frenetico no podía mediar palabra, por fin no sin titubear un poco la respondi.
-Yo soy Raul, y viajo solo porque necesito alejarme un poco de la monotonía.

Una sonrisa picarona salio de sus labios, y mientras caminaba a su grupo se giro y me dijo.
-Ya veras como no lo olvidarás-

Ya en el avión cerre los ojos y unicamnete la veia a ella, escuchaba sus palabras ,veia sus gestos, y me enfadaba conmigo mismo, pensando que estaba loco, pues ella venia con mas gente y no creo que quisiese venir a conocer Paris conmigo.

Al llegar a Paris, había varios Taxis esperandonos fuera, y cuando me disponía a subir a uno, una mano agarro la mia.. me gire.. y alli estaba ella con sus ojos clavados en mi.
-¿Puedo ir en tu taxi?- dijo ella..
Mis ojos brillaron nuevamente y en ese momento sabia que un chispazo acababa de encender mi corazón nuevamente.
Nos subimos al Taxi, le pregunté que a que hotel iba ella, y no obtuve respuesta.
Le di la direccion de mi hotel al taxista y le dije que diese un gran rodeo, que no habia prisa ni problemas.
El coche salio por las calles de Paris, nosotros sin embargo estabamos en silencio cada uno mirando por su ventana.
Unas palabras rondaban mi mnte una y otra vez , una y otra una y otra..-este es tu finde cambia tu vida-
-Marta.. ¿quieres pasar estos dias juntoa mi?, no conozco Paris y.. - Tragé saliva y temblando..- y me gustaría invitarte a cenar.-

Ella no quitaba sus ojos de la ventana, sus gafas de sol ocultaban sus ojos y cuando justo pensé en una negativa, se giro y cogiendome de la mano, acepto.
Llegue a mi hotel, me baje la di un beso en la mejilla y le di al taxista dinero de sobra para que la llevase a su hotel.
A las 19h quedamos al pie de la torre eiffel.
El taxi fue alejandose poco a poco y en mi interior empezaron las dudas, de si eso era un sueño o realmente podría surgir una bonita historia.
Subi a la habitación a descansar y a prepararme para conocer a esa mujer.

A las 19 en punto yo ya estaba debajo de la torre dando vueltas, mirando el reloj, rezando para que la princesa de mis sueños apareciese y pasaods unos minutos aparecio.. con un precioso vestido negro, estaba realmente encantadora.
Se acerco a mi yo no sabia que hacer, mis manos la rodearon por la cintura, y mis labios poco a poco fueron acercandose a los suyos, nuestra respiración se alteraba hasta q finalmente nos fundimos en un largo y prfundo beso en el que solo notabamos que el tiempo se habia parado para nosotros.
De allí nos fuimos a una velada romantica en un restaurante muy conocido, hablando de nuesras cosas y con las manos cojidas encima de la mesa.
Paseamos luego hasta altas horas de la madrugada y la acompañe hasta la puerta del hotel.
Los dos deseabamos lo mismo, pero esa noche habia sido perfecta y no queriamos ir demasiado rapidos. Nos fundimos nuevamente en un largo beso y quedamos para desayunar...
Al llegar a mi hotel, me tumbe y fui alli cuando me di cuenta que estaba enamorado nuevamente, poco a poco mis ojos fueron cerrandose vencidos por el sueño..

(Continuará)

No hay comentarios:

Publicar un comentario